domingo, 27 de abril de 2014

LA VIDA SURGIÓ COMPLETA DESDE EL PRINCIPIO.

               ALFREDO PÉREZ MARTINEZ, de la Universidad de Guanajuato (México), resume así la vida:

               "La vida es una propiedad emergente que surge cuando la diversidad molecular de un sistema químico prebiótico va más allá de cierto umbral de complejidad. En este sentido, la vida no está localizada en las propiedades de ninguna molécula individual, el ADN, sino que es una propiedad colectiva del sistema de interacción de las moléculas. La vida, así, surgió completa, y siempre ha permanecido completa. La vida no está localizada en sus partes, sino en las propiedades colectivas emergentes del todo que ellas crean, y sus componentes son exclusivamente físicas."

               La felicidad no depende de un solo factor como los genes que le han conformado a uno, la dieta, el hemisferio en el que nos ha tocado vivir, el trabajo o la buena salude, sino de algo mucho más complicado. 

              Más allá de la persona, resulta que su felicidad y ánimos dependen de los valores del mundo que habita y del entramado pergeñado con los demás. La felicidad, en definitiva, va mucho más allá del comportamiento individual y depende de la organización social.

              La vida es pues, esencialmente, fruto de la diversidad de órganos, de interacciones, de pareceres diversos y cambiantes. La esencia de la vida y su soporte son, al contrario, interacciones constantes entre agentes al borde del caos o instalados en la complejidad. 

             

       

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